Recorrido del Camino de San Salvador por Cascantes de Alba:
Se entra en Cascantes de Alba, desde La Seca, por el paraje denominado “Peña el Piergo” se sigue por el camino del “Molín de abajo” y posteriormente se deja el camino y enlazamos con la carretera CV-129- 14, para dirigirnos por la Calle Real hasta la plaza donde se levanta la iglesia de San Pedro, continuando a La Robla, siguiendo por la carretera que lleva a la ermita de Celada o desviándose por el camino denominado “segunda calleja” hacia la Devesa de Llanos.
El camino de San Salvador discurre a lo largo de toda la Calle Real.
Si algo caracteriza a la comarca del Bernesga, es ser paso histórico entre Asturias y León. Una calzada romana ya transitaba por Pajares, y enlazaba el campamento de la Legio VII Gemina con Lucus Asturum, la actual Lugo de Llanera. Su empedrado aún se reconoce en algunos tramos del trazado. Son frecuentes las referencias medievales al tránsito por este puerto, que a pesar de su agreste aspecto, apenas cuenta con 1.379 m de altitud. A finales del siglo XVIII, Jovellanos inicia la construcción de un nuevo camino entre León y Asturias, esta vez más alto, por la Venta la Tuerta, para evitar los continuos problemas derivados de la proximidad al río. La posterior carretera seguiría ese mismo trazado.
La arriería fue actividad común entre los pobladores de Los Argüellos, que tenía en Villamanín la capital del Concejo de La Tercia. Conocidos como argollanos, los arrieros se especializaron en el transporte entre Asturias y León, llevando a la costa carnes curadas, aceite o pimentón y trayendo de regreso pescado en conserva. Asturias y La Meseta siempre estuvieron comunicadas a través de este valle, que a lo largo de su historia ha contemplado el trasiego no solo de viajeros y mercancías, sino también de culturas.
Así, desde finales del siglo X, y vinculado a las peregrinaciones jacobeas, se impulsa la visita a las santas reliquias que se custodiaban en la cámara santa de la catedral de Oviedo. Desde León, enclave estratégico en el camino Francés, la más transitada de las rutas a Compostela, se promueve el camino de San Salvador que, apenas en cinco etapas, permitía a los peregrinos llegar al templo ovetense y visitar “al Señor” para continuar luego hasta Santiago por el camino Primitivo o por el del Norte. “Quien va a Santiago, y no al Salvador, visita al criado y deja al Señor”
Este camino, según Viñayo, es el primero en importancia en la Península después del de Santiago y se conoce al menos desde el siglo XI.
Al amparo del camino proliferaron por todo el valle del Bernesga hospitales y albergues, ermitas, santuarios y puentes que facilitaban la ruta a los peregrinos y cubrían sus necesidades.
Dejando atrás la puerta del Perdón de la basílica de San Isidoro, el camino de San Salvador salía de León por San Marcos remontando el curso del Bernesga. Continuaba en dirección a Carbajal de la Legua, desde donde, por la calle real, llegaba al ahora despoblado Villalbura, ya en el municipio de Cuadros, donde existió un convento. El camino continuaba hasta Cabanillas y su ermita del Bendito Cristo, que también fue hospital y oratorio, y cruzaba, por su calle Real, Cascantes de Alba con su ermita /hospital de Santa Lucia, ya desaparecida. Más allá la ermita de Celada en La Robla, contaba con un hospital ya desaparecido que, durante la Edad Media, dependió del monasterio de San Pelayo de Oviedo. Celada era lugar de descanso y oración para el peregrino que se aventuraba en su camino por el valle de Alba. El Santuario de Nuestra Señora del Buen Suceso, cerca ya de La Pola de Gordón, refleja también el sentir jacobeo de la comarca que, sin duda, tiene en la Colegiata de Santa María de Arbas su principal exponente. Declarada Monumento Nacional en 1931, la iglesia de Santa María es uno de los ejemplos más notables del románico leonés. Iniciada su construcción por el rey Alfonso VII en s. XII, y engrandecida por Alfonso IX a principios del XIII, se encomendó a los canónigos de San Agustín con la obligación de recibir a todo aquel que se acercara a sus puertas “venga de donde venga, sea honrado o criminal, con tal de que lo pida con humildad”. La importancia alcanzada por la abadía de Arbas se reflejó en sus posesiones, cuyas tierras y propiedades llegaron hasta las localidades de Gordaliza, Mayorga o Toro. Cada 8 de septiembre, Arbas del Puerto celebra la romería en honor a Santa María; alrededor se reúnen asturianos y leoneses, peregrinos y vecinos, a venerar a la Virgen y a recibir el pan y el vino, según marca una vieja tradición que se remonta al s. XII. Recientes iniciativas como el hospital de Buiza y los nuevos caminantes a San Salvador, intentan recuperar este secular camino y revitalizar esta antigua vía de peregrinación.
El Camino del Salvador, en la comarca de Alba, donde aparecen propiedades del Orden de San Juan de Roda y La Cruz de Malta gravada en algunos templos, quizá en recuerdo de su estancia en estas tierras para guardar la ruta, tenía dos derivaciones: la primera llegaba de las tierras del Torio a través del Valle de Fenar y se unía con la calzada en La Robla. La otra salía de La Devesa y se desviaba hacia occidente por el valle del arroyo de San Martín, hacia Luna y hacia el Monasterio dedicado a este santo, para pasar a Gordón y unirse allí con la calzada.